Proyectada por el despacho de arquitectos VArquitectos, la Torre Bolueta, ubicada en Bilbao, es la construcción Passivhaus más alta del mundo con 88 metros. Es un complejo que albergará un total de 361 viviendas repartidas en 28 plantas y 30.000 m2. La construcción constará de dos rascacielos; el primero albergará 108 viviendas protegidas y 63 viviendas sociales. Algunas de las principales fortalezas de este edificio levantado por Visesa, Sociedad Pública del Gobierno Vasco, es el ahorro energético, el confort acústico y térmico y la alta calidad del aire interior.
Soto Lezkairu, por su parte, está ubicada en Pamplona y es el primer edificio residencial plurifamiliar con certificado Passivhaus de España: una obra pionera con 29 viviendas privadas distribuidas en 11.000 m2. Soto Lezkairu contará con máquinas de ventilación con recuperadores de calor de altas prestaciones.
El objetivo de ambas construcciones es convertirse en edificios de consumo energético casi nulo, por lo que para alcanzar este estatus se han tomado medidas como la mejora de aislamientos, la eliminación de puentes térmicos, la hermeticidad del aire y la ventilación mecánica controlada de doble flujo.
"La calidad de vida de los usuarios de una vivienda Passivhaus mejora en varios sentidos", explica Germán Velázquez, de VArquitectos, principal artífice de estos proyectos y el arquitecto con el mayor volumen de m2 construidos de Passivhaus en España, "Los más evidentes son los relacionados con el confort, ya que al no haber gradientes térmicos y mantenerse estable la temperatura resultan más agradables para vivir. El aire interior, además, siempre tendrá la máxima calidad debido a la hermeticidad y la recuperación de calor y la reducción de las infiltraciones implicará una notable mejoría acústica" afirma Germán, una de las grandes referencias españolas en las construcciones Passivhaus.
La apuesta por construcciones con certificado Passivhaus marca una tendencia al alza que está proliferando cada vez más, especialmente en proyectos arquitectónicos en el norte de España. Tal y como apunta Germán, "el Passivhaus se está introduciendo con fuerza en la edificación residencial plurifamiliar en Navarra, Aragón y País Vasco, lo que hará que el resto de comunidades se vean arrastradas por este efecto. De cara al futuro esto será lo habitual porque no hay que olvidar que el horizonte 20/20 está a dos años y media vista".
Para Germán Velázquez este fenómeno puede marcar un antes y un después en el panorama arquitectónico de nuestro país. "Hay administraciones totalmente volcadas con el Passivhaus y con los edificios de consumo casi nulo. Es fundamental que desde estas administraciones estén formados en edificación de alta eficiencia para que ellos puedan exigir en sus licitaciones las máximas prestaciones en edificación pública sin perder de vista la optimización de costes. Ahí, el Passivhaus, es imbatible", cierra Germán
Knauf Insulation participa en la construcción de ambos edificios para mantiener así su compromiso en la minimización de los efectos de sus procesos productivos y reducir los efectos de los edificios y de la industria. La compañía reafirma una vez más su apuesta por la Sostenibilidad y contra el cambio climático. Con Knauf Insulation se mejoran los parámetros de producción, se reduce el consumo energético y se efectúa una labor fundamental en la promoción y desarrollo de la eficiencia energética en los edificios.
Knauf Insulation aporta distintos materiales empleados en la construcción de ambos edificios que proporcionan la calidad de aire interior. Estos materiales cuentan con E-Technology, una revolucionaria tecnología de resina libre de fenoles y formaldehídos con materiales renovables que sustituyen los componentes químicos del petróleo, respetando así el entorno y el medio ambiente.