Oliver Rapf, Director Ejecutivo de BPIE , dice:
“Los edificios deben tratarse como una infraestructura vital que contribuye a la seguridad energética y la neutralidad climática de la UE. La rehabilitación profunda debería ser una de las principales prioridades de la UE frente a la crisis energética".
“Las negociaciones finales de la EPBD en los próximos meses deberían definir la rehabilitación profunda como el estándar y acordar requisitos de rehabilitación que cumplan con este estándar, sean justos y estén respaldados por un apoyo financiero atractivo para todos los que lo necesiten”.
LOS FONDOS PÚBLICOS DEBEN APOYAR RENOVACIONES PROFUNDAS
Los edificios residenciales de Europa son notoriamente derrochadores y la Comisión Europea estima que el 75 % del parque de edificios de la UE es energéticamente ineficiente, con menos del 1 % de los edificios rehabilitados cada año.
Según el informe, la rehabilitación completa de los edificios residenciales daría como resultado que un tercio de los Estados miembros de la UE ahorren al menos un 50 % en el consumo de energía final para la calefacción de espacios y más de la mitad de los estados lograrían un ahorro de al menos un 45 %.
El informe concluye que la revisión de la EPBD debería garantizar que se prioricen los proyectos de rehabilitación profunda, mientras que los MEPS deberían centrarse en mejorar los edificios con peor rendimiento de Europa. Los fondos públicos, incluidos los de ayuda de emergencia, los fondos de recuperación y los esquemas de subsidios, deben diseñarse para respaldar rehabilitaciones profundas de edificios, eliminando completamente los combustibles fósiles.
¿CÓMO SE REALIZÓ LA INVESTIGACIÓN DEL BPIE?
El informe examina los resultados de dos escenarios de rehabilitación que fueron modelados por BPIE hasta 2050.
Un escenario se centró en el impacto de la rehabilitación total de todos los edificios residenciales de la UE para 2050. El otro examinó un escenario en el que el 2 % de los edificios (la tasa prescrita por la Comisión) se rehabilitaría cada año hasta 2050.
El modelo encontró que el 30% de los edificios permanecerían sin renovar para 2050 con la tasa de rehabilitación del 2% y se desperdiciarían 235 TWh en ahorros potenciales de energía final, equivalentes al consumo de electricidad de Australia.
Sin embargo, bajo el modelo de rehabilitación completa, que asumió que para 2030 las tasas de rehabilitación tendrían que duplicarse al menos al 2 %, luego alcanzar el 3 % para 2035 y el 4 % para 2040, para lograr la rehabilitación de todos los edificios residenciales para 2050, el resultado fue el potencial de ahorro de energía de 777 TWh o un recorte en la demanda de energía para la calefacción de espacios en edificios residenciales del 44% (en comparación con 2020).