

Aislar térmicamente un edificio es una necesidad por varios motivos: ahorrar energía, obtener confort térmico, evitar condensaciones y la presencia de moho, y reducir las emisiones de CO2 asociadas al consumo energético.
CONDUCTIVIDAD TÉRMICA (λ)
λ es una propiedad de los materiales que valora la capacidad de transmitir el calor a través de ellos. Es elevada en metales y baja en algunos materiales porosos como la lana de vidrio y la lana de roca. Para que exista conductividad térmica hace falta una sustancia, de ahí que es nula en el vacío ideal, y muy baja en el aire ocluido.
La anotación es λ (lambda) y la unidad en el Sistema Internacional es W/m.K y se define como la cantidad de calor en Kcal que pasa en una hora en un material a través de 1 m2 de su superfície y con un espesor de 1 m. cuando la diferencia de temperatura es de 1 ºK.
RESISTENCIA TÉRMICA (R)
Es la inversa de la conductividad. En un material, es la capacidad de oponerse al paso del calor. Su valor se obtiene al dividir su espesor en le sentido del flujo en metros, por su conductividad en W/m.K.
Su anotación es R y su unidad en el Sistema Internacional es m2 K/W.
R = e / λ (m2 k/W)
TRANSMITANCIA TÉRMICA (U)
Por lo general, la envolvente térmica de los edificios está compuesta por varias capas de materiales con distintos valores de conductividad y con distintos espesores. Para obtener el valor total del cerramiento se sumarán todas las resistencias térmicas de todas las capas del cerramiento.
El DB HE define que en los cerramientos verticales o con pendientes sobre una horizontal >60º y flujo horizontal, los valores Rsi y Rse serán de 0,13 y 0,04 respectivamente.
Una vez obtenido el valor total de la resistencia térmica para obtener su transmitancia habrá que hallar su valor inverso. Su notación es U y su unidad es W/m2.K. Cuanto menor sea el valor U de un cerramiento, menor será su pérdida de calor.